Lo más seguro es que conozcas el universo de Philip K. Dick, ese talento especial para dibujar un futurismo que todos sabríamos identificar. Su obra devela misterios y posee las claves que nos plantean una verdad profundamente oculta dentro de nuestra existencia.
Philip K. Dick (PKD), fué un escritor y novelista fuertemente vinculado con la ciencia ficción, nacido prematuramente el 16 de diciembre de 1928 en Chicago, EEUU junto a su hermana Jane (eran gemelos) que falleció pocas semanas después, anecdóticamente en su lápida figuraba el nombre de ambos hermanos, dejando la fecha de Philip vacía.
“Soy un filósofo que ficcionaliza, no un novelista; mi habilidad de escribir cuentos y novelas es utilizada con el fin de dar forma a mis percepciones. El centro de mi escritura no es el arte sino la verdad. Por lo tanto lo que yo cuento es la verdad, y sin embargo no hay nada que pueda hacer para aliviarla ni por hechos o explicaciones. De todas maneras esto suele darle ayuda a un tipo de persona sensible y atormentada por el cual hablo. Creo que entiendo el ingrediente en común en ellos a quienes mi escritura les ayuda: ellos no pueden atenuar sus propias sospechas sobre la irracional y misteriosa naturaleza de la realidad. Y para ellos el corpus de mi escritura es un largo argumento acerca de esta inexplicable realidad. Es una integración y presentación y análisis y respuesta y historia personal.” PKD.
Este caso responde a la vieja máxima: “La mejor forma de ocultar algo, es ponerlo a la vista” ya que la obra de Philip K. Dick (PKD) tiene en su mayoría una clave de una gran verdad, una relevancia más allá de su mera historia, algo que sorprendentemente se deja de lado a la hora de analizar su legado.
Philip K. Dick
Este es el caso de una profunda fusión de ficción y realidad
Uno de los principales frenos a la hora de investigar sobre la verdad acerca de los OVNIS, es convivir con la idea de ficción y fantasía, ya que es lo último que quieres oír a la hora de publicar o divulgar una investigación es que sea catalogada dentro de dichos conceptos.
Es desolador que las verdades más profundas estén tan cerca de la ficción y esto es algo que Philip K. Dick sabía muy bien, él supo dar el giro de la ficción a la realidad para tocar la fibra más sensible del ser humano y con ello contar la verdad con la que había contactado y este es el curioso desencadenante de una obra que en su razón había una descripción de una realidad que nos habría superado, relatos y hechos muy parecidos a los de los anteriores investigadores de este número de Misterio Cuántico, sobre todo del hecho de que vivimos en una ficción, una especie de cuento que es más fácil de creer que la verdad detrás de nuestros sistema y sobre como debemos percibirlo.
“Sois libres de creerme o de no creerme, pero por favor aceptad mi palabra de que no estoy bromeando; esto es muy serio, un asunto muy importante (…) Ella apareció ante mí, era una completa extraña, y me informó de que algunas de mis obras de ficción son literalmente verídicas (…) Vivimos dentro de una realidad programada mediante computadoras y la única pista que tenemos es cuando alguna variable cambia [como en] el dejà vu“ PKD
Su obra conecta profundamente con los grandes misterios de la Ufología, el misterio y la vida
PKD dedicó una vida a entender la realidad e investigar en aquello que está más allá de nuestro tiempo, de nuestra realidad, de un futuro cuya proyección afecta nuestro modo de entender las cosas hacemos a día de hoy, esas grandes interrogantes que buscan llenar la parte más existencialista de nuestra humanidad. Su obra está dedicada a ejercer de conciencia sobre el control de la realidad por quienes sólo conciben el futuro como una vana y simple humanidad sometida por corporaciones capaces de colonizar todo manipulando a los individuos con drogas y contaminación, los cuales solo tienen momentos de escape en fantasías de una vida idílica que nunca se llevarán a cabo; precisamente, por todo esto, en ese mundo hay unos pocos que buscan algo más y desencadenan un camino que seguir. ¿os suena de algo?
Philip K. Dick | El Hombre que descubrió la Matrix en 1977
Homenaje a PKD, en The Matrix
¿Qué es real? ¿qué es irreal? ¿vivimos en una Matrix?
Una de las grandes batallas del autor, de su caso podemos aprender cómo apelar a la conciencia con una narrativa que va directo a la parte más pura de nuestra existencia, sólo tenemos que repasar su obra para darnos cuenta que hay algo más allá fuera, que en cierta manera nos empuja a salir y encontrarnos a nosotros y con ello a nuestra realidad, nuestra verdad, un proceso cada vez más extraño, cada vez más difícil, velado por los fantasmas de la lo fantasioso y abstracto. Su obra resulta inspiradora, dota una dignidad natural a quienes al igual que sus personajes y él mismo, buscan la verdad y demuestran la importancia de hacerse las preguntas profundas y emprender un viaje, sin duda peligroso, hacia la verdad.
Su obra encierra claves de la ufología, dota de cierto empoderamiento para ir hacia la verdad, aquí Algunos ejemplos:
En VALIS, SIVAINVI (en español) son las siglas de SIstema de VAsta INteligencia VIva, una novela de investigadores donde Amacaballo Fat (él mismo) es un loco héroe en busca de Dios tras ser alcanzado por un rayo láser rosa que le revela la realidad en la que vive. Esta novela es un tratado de teología, de comunicaciones extraterrestres y de las conspiraciones que amenazan a la humanidad, una serie de reflexiones y situaciones conflictivas que genera el destapar la verdad. Por otro lado en A Maze of Death, Laberinto de Muerte (en español) se describe a 14 colonos llevados al planeta Delmark-O en una misión desconocida la cual resulta un tortuoso laberinto donde existe un poder oculto el cual puede estar detrás de la muerte sistemática de cada uno de ellos, cosa que genera desconfianzas y paranoias. Una referencia a los poderes ocultos del sistema y el elaborado laberinto tras el que actúan, quien quiera indagar debe de estar preparado para un mundo realmente hostil. Por último The Zap Gun, La pistola de Rayos (en español) trata sobre Lars Powdedry, un famoso diseñador de armas del Bloque Oeste que cuando unos satélites alienígenas irrumpen en la órbita terrestre, hacen que la potencia militar sea una necesidad de primer orden y por ello, le ponen a trabajar con Lilo Topchev, la diseñadora de armas del Bloque Este para fabricar un arma capaz de vencer a los invasores. En paralelo contactan con un anciano que dice venir del futuro que trabajó en en el mantenimiento de un arma que expulsó a los esclavistas de Sirio, este les revela es Vincent Klug, un juguetero que Lars conoce y que el arma sería actualmente un prototipo, este prototipo resulta ser un castillo que aumenta la empatía, lo que hace que los invasores se marchen, al final utilizan es una versión modificada de esta, que hace que el jugador se convierta en la víctima, siendo distribuida entre los miembros del gobierno. Esta obra en particular y la mayoría de ellas, tienen referencias claras y parece en cierta manera, un resumen de las divulgaciones de muchos investigadores OVNI hicieron durante años y años de trabajo y es precisamente aquí donde la obra de PKD toma un valor extra al literario, ya que al ver recorrido de quienes han hablado de estos temas; queda claro que hay un interés voraz en su negación y desacreditación.
La cara B de la investigación
PKD experimentó con drogas con las que se adentró en mundos densos y escabrosos, cosa que le sumergieron en paranoias que nublaron su claridad y cordura, a este cóctel hay que sumarle algún intento de suicidio y depresiones, para al final, tras una desintoxicación, renegar de las drogas; aquí es donde en 1974, tras ver un colgante en forma de pez (símbolo de los primeros cristianos) en una joven que le llevaba unos medicamentos para calmar un dolor de muelas, experimentó una alucinación del pasado en donde él y la chica eran unos cristianos perseguidos por los romanos, por lo que PKD inició una profunda búsqueda espiritual que reflejó en su Exégesis, una serie de diarios en donde experimentó un contacto con la divinidad y cuestionó su propia cordura y su percepción de la realidad. En este proceso volvió a experimentar con las anfetaminas, cosa que se nota en el tono exaltado de esta obra.
Cabe mencionar que esta es su etapa más metafísica del autor ya que se dedicó a la investigación teológica y en pleno auge de sus experiencias con la divinidad, un día, mientras escuchaba Strawberry Fields Forever de The Beatles, según él mismo, un rayo de luz rosa le anunció que su hijo pequeño Christopher, padecía un defecto congénito, una hernia inguinal que ponía en riesgo su vida, hecho que reveló a su mujer y que tras una pronta visita al pediatra, se confirmaría la veracidad de la revelación y se operó, salvando la vida del pequeño.
Su muerte más que una causa natural, una causa incomprendida
Bien es cierto que murió por un derrame cerebral, aunque no hay demasiada información al respecto; pero más que eso, lo verdaderamente triste del fatídico 2 de marzo de 1982 (fecha de su muerte), no sólo fue que no pudo ver el estreno de Blade Runner, cosa que le dio fama mundial, sino que no pudo aclarar sus visiones de su Exégesis y aquella verdad que le llevó a un punto de no retorno, cosa que en mi opinión le llevó a la muerte, ese dolor que tienen los incomprendidos.
Para terminar me gustaría reflexionar sobre lo que estamos perdiendo por no poner atención en aquellos que van más allá, porque lo que hoy no entendamos mañana puede ser vital.
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