La guerra de las ‘fake news’ ha jugado siempre con ventaja y estas tienen un papel clave en la desacreditación de la ufología / misterio. Y es aquí donde todo entra todo en juego: los científicos dogmáticos que desacreditan, los medios de masas que van con la premisa de satirizar toda información fuera de sus editoriales, las ‘fake news’ que pretenden demostrar que nos tragamos cualquier cosa, los gobiernos que utilizan la etiqueta “secreto de estado” y para cerrar el círculo, las películas encierran todo dentro de algo tan básico como su propia ficción para que sea fácil decir “eso es de una película”. Todo esto es una espiral muy bien hilada y pese a ello, siempre podemos encontrar alternativas, sobre todo en lo personal, podemos estar dentro del círculo anterior, pero permanecer blindados con nuestra conciencia y nuestra humanidad pendiente de la verdad y más aún de la mentira.

Si algo ha demostrado esta época es que a las masas no les interesa salir de su zona de confort, y que todo lo prometido por los medios y la tecnología es un arma de doble filo, muy inclinado a estar controlado por lo que es oficial; pero precisamente por ello ha surgido un ansia de algo fuera de todo ello, una tierra muy nueva la cual hay que trabajar para que dé sus frutos porque otra cosa que ha demostrado esta década es que oficialmente, muy sutilmente, se ha admitido, poco a poco, que ufología y el misterio son causas a las que los estados dedican gran esfuerzo, algo que admiten en lo más mínimo y que aceptan bajo presión, y precisamente sobre todo este punto va este número ya que, amigos míos, ha sido un gran paso adelante.